Clima y Paisaje
Clima
Guía de Isora disfruta del mismo clima que el resto de los territorios sureños del archipiélago, es decir, temperaturas suaves a lo largo del año, escasas precipitaciones, gran insolación (es la zona de la isla con más horas de sol al año) y períodos de sequía. Un clima duro para la agricultura pero que ha permitido el desarrollo del turismo. Sin embargo, hay que decir que aunque esto es así en la costa, donde casi no llueve y la temperatura media anual no baja de los 24º, la considerable altura que alcanza el municipio define espacios climáticos muy contrastados.
Paisaje
El Municipio posee un interesante y rico patrimonio natural, tanto en sus aguas marinas —donde habitan especies de ballenas, delfines y otros peces de gran tamaño— como en sus bosques de pino canario y sus territorios formados por escorias volcánicas, los “malpaíses”.
El municipio cuenta con varios espacios naturales bajo protección:
- En primer lugar, toda la parte alta del municipio, a partir de los 1000 metros de altura, está integrada en el Parque Natural de la Corona Forestal, un enorme territorio boscoso que se extiende además por otros municipios como La Orotava, Garachico o Granadilla de Abona.
- Una parte importante del territorio municipal pertenece a la zona suroccidental del Parque Nacional de Las Cañadas del Teide. Se encuentran aquí importantes zonas volcánicas históricas, y un buen catálogo, por tanto, de las fases geológicas por las que ha atravesado el archipiélago.
- Otro parque natural lo constituye la Montaña de Tejina, con el caserío abandonado de Las Fuentes, que está considerada como Monumento Natural. La Montaña de Tejina alcanza una altura máxima de 1055 metros de altura sobre el nivel del mar y en ella y sus cercanías se pueden encontrar importantes huellas de la cultura aborigen.
- Además, Guía de Isora comparte con Adeje dos espacios naturales, el Barranco de Erques, que ocupa 237’9 hectáreas —uno de los más hermosos y de mayor cauce de las islas— y los Acantilados Isorana, situados entre la desembocadura de ese barranco y la Punta Tixera. Estos acantilados, de unos 40 metros de altura de media, presentan una gran erosión marina que les confiere formas características derivadas del tipo de roca y la acción del mar y el viento y constituyen un importante refugio para aves protegidas como la pardela.
- Por último, el barranco de Tágara, que forma parte de la épica del agua en el municipio gracias a los manantiales que encierra.
Álvaro Martín Díaz escribió sobre este barranco un hermoso texto titulado “Cuando sonó Tágara” (1956), en él deja constancia de la importancia de este barranco en la historia municipal:
“…Tágara —me enteré luego con gran regocijo— es el nombre de un manantial, del primer milagro con el que la Isla bendijo a la comarca isorana… Hay mucho, desde Tágara, que contar: con el agua viene el trabajo, con el trabajo la ilusión, con la ilusión el mar, con el mar la historia, otra vez. / Todo se abre, de pronto: el surco y la mirada… tal vez Tágara echó las monedas al aire y pudo verse la otra verdad: el chorro, contra el secano; el ansia de horizontes, contra la introspección… Cuando sonó Tágara —y debió sonar a gritos— sobre Guía se escuchó la primera incomprensible carcajada. Una carcajada de luz: una mina inagotable, para todas las sonrisas que la historia empezaba a tener.”
La zona recoge además uno de los pinares más importantes de la isla, una considerable colonia de magníficos ejemplos de pino canario.